
Ya tenemos Estatut en Cataluña; un estatuto que puede ser el preámbulo de otro, y otro, y otro… hasta el infinito o hasta que todo esté preparado para un cambio de la Constitución, cuando convenga a quien convenga y con la connivencia de quien esté por el contubernio.
No hay que ser una lumbrera para percatarse que nacionalistas y nacionalistas ocasionales están contentos, aunque, como estamos de cara a las autonómicas, se quejen con la boca pequeña.
Los del PSOE, oiga, a lo que caiga.
Los del PP, que no vaya a ser que caiga y que luego…: tibieza o más.
De los pequeños: IU, IC-Verts y demás gaitas… pues eso, que tararí que te vi, que es lo suyo.
ERC’s & compny a crear compañías internacional-nepotistas, con el fruto (¿?) del árbol de CiU.
De C’s, pa’ qué hablar.
Y de la superestar Rosa… pues que ni se sabe si va o si viene. Y de su franquicia catalana: ¿Qué bailará? Ellos dicen que el progreso y la modernidad, pero, ¿es eso posible bailando sólo el charleston?